Por Walter M. Arellano
Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM y
miembro del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad
No es una novedad que desde hace un tiempo a la fecha las manifestaciones artísticas han sido empleadas como una herramienta didáctica válida y necesaria para la enseñanza y la comprensión del derecho. Dentro del catálogo de las bellas artes que han tomado un papel protagónico en el análisis jurídico encontramos al cine, que poco a poco se ha entrelazado con las series.
No sería descabellado sostener la idea de que las series sean clasificadas -sin regateos- dentro del séptimo arte en un futuro. La influencia, trascendencia y envergadura de estas producciones televisivas o de streaming parecen romper las fronteras que la distanciaban del cine, tanto en el fondo como en la forma.
Hoy en día las series tienden a realizarse con técnicas e instrumentos de calidad cinematográfica, el ejemplo más claro es la icónica serie Breaking Bad, que también emigró al séptimo arte con la película El Camino. Luego entonces, podemos ubicar a las series como una extensión del movimiento cine-derecho, que a su vez está subsumido al de arte y derecho.
Es importante mencionar que el tema de series y derecho no es nuevo, desde que se empezó a analizar el cine a la luz del derecho también, se ha hecho lo consecuente con las series.
Hace más de cuatro años en el canal Filosofafando (2012), realizamos la primera producción dedicada únicamente al análisis de series desde un enfoque filosófico y jurídico en el marco del proyecto llamado La filosofía en serie, de igual manera, se encuentra en prensa el libro Los derechos en serie. De Breaking Bad a Black Mirrow (editorial Libitum) que recapitula el pensamiento de distinguidos académicos en torno a series relevantes para el estudio de temas jurídicos.
En este pequeño artículo, hacemos una recopilación de 10 series que consideramos pudieran generar el interés de los estudiantes de derecho, y a su vez, tienen una vinculación con temas relevantes de la carrera en derecho.
Hemos sido cuidadosos en escoger sólo aquellas series que tienen personajes protagónicos relacionados con la abogacía y temas de vinculación directa con la profesión, y, además, que hayan sido difundidas en lo que va de esta década (2010-2019):
Suits (2011-2014)
Esta serie se desarrolla en un prestigiado despacho de abogados neoyorquinos, quienes resuelven temas vinculados al derecho corporativo, la propiedad intelectual y el derecho bursátil, por mencionar algunos. En Suits se ponen de manifiesto algunos de los problemas que se presentan dentro del gremio, particularmente, en las relaciones entre colegas, juzgadores, autoridades y clientes.
Better call Saul (2015)
Esta precuela de Breaking Bad, se enfoca en el polémico –y poco ético- abogado Jimmy McGill, mejor conocido como Saúl Goodman, lo cual resulta de gran utilidad para comprender las razones y circunstancias que llevaron a Goodman por el mal camino y, seis años después, a relacionarse con el capo más temido de Estados Unidos, Walter White alias “Heisenberg”.
La ley y el orden L.A. (2010-2011)
Se trata de una de las secuelas de la Ley y el orden de 1999, considerada por muchos como la mejor. Lo que la distingue de la original es que está ambientada en la ciudad de Los Ángeles, California y, evidentemente, tiene distintos personajes, fuera de ello, la lógica investigación-juicio se mantiene intacta.
How to get away with murder (2014)
Este magnífico esfuerzo de producción televisiva tiene la peculiaridad de que su protagonista sea, además de una reconocida abogada penalista, una docente universitaria que enseña derecho, de ahí que sus alumnos también tengan un papel importante en el desarrollo del guión.
The good wife (2009-2016)
En esta serie la esposa de un fiscal condenado a prisión, quien es abogada de profesión, vuelve a los juzgados en razón de la condición legal de su propio esposo de quien poco a poco descubre sus más oscuros secretos. A lo largo de la serie se exponen temas frontera en torno a temas como el espionaje gubernamental, la posesión de armas, el matrimonio igualitario o la situación jurídica de los drones.
Goliath (2016)
El protagonista de Goliath es Billy McBride quien fuera un abogado exitoso que se encuentra en un desolador ocaso profesional y personal, todo ello hasta que acepta un caso bastante polémico, cuya contraparte está representada por un gran bufete que él mismo fundó en el pasado y del cual fue despedido por sus propios socios. Por ello, el caso que defiende, representa para McBride lo que, tal vez, sea su última oportunidad para salir del vacío en el que se encuentra.
The good fight (2017)
Al igual que Better call Saul, The good fight es un spin off a modo de secuela de The good wife otra gran serie de abogados que engalana nuestra lista en el número 5. En esta producción la protagonista de The good wife, Diane Lockhart, se ve obligada a empezar de cero tras un escándalo financiero que puso en duda su calidad personal y profesional.
American Crime Story (2016)
Una de las grandes particularidades de la serie es que en cada temporada se da una pormenorizada representación de juicios famosos y verdaderos en la historia de Estados Unidos. Los productores no se limitan a la dramatización, sino que también exhiben las omisiones y errores de quienes participaron en los procesos judiciales.
Bull (2016)
La originalidad de Bull radica en el hecho de darle un enfoque psicológico al análisis de las decisiones judiciales. Esta serie nos lleva a reflexionar de manera crítica temas como la discrecionalidad judicial, la relación entre las emociones y los criterios jurisdiccionales y la ideología personal de los juzgadores.
The night of (2016)
Esta serie tiene la singularidad de hacer una ácida crítica al sistema de justicia estadounidense, particularmente en el tema del acceso a la justicia y la criminalización de grupos raciales minoritarios, lo cual se ejemplifica en la historia de Riz Ahmed, un joven pakistaní acusado de asesinar a una chica blanca.
No nos sorprenda que próximamente los críticos de series lleguen a un consenso para clasificar este tipo de producciones como “series de abogados” como un género autónomo, ya que hay una proliferación de producciones con temáticas jurídicas, incluso en México, hay intentos –aunque fallidos- de este tipo de producciones como Por amar sin ley, la cual fue una adaptación de la versión colombiana de La ley del corazón. Ambas creadas bajo el amparo del formato tradicional de telenovela y no de serie, lo cual hace que las historias se centren en temas amorosos y excluyan los temas jurídicos en un plano secundario e incluyan errores técnico-jurídicos.